Con Ryan, ‘el niño que quitó la sed a medio millón de africanos’, empezamos a publicar esta serie de historias reales que muestran la grandeza del corazón humano, que se las ‘ingenia’ para materializar sus anhelos más profundos. Ryan nos decía así:
“Le pediría a todos que crean en sus sueños. Si lo haces, tú puedes lograr cualquier cosa.”
“El mundo es como un rompecabezas inmenso y todos nosotros nos la tenemos que ingeniar para darnos cuenta a qué lugar corresponde nuestra pieza de rompecabezas. Yo me di cuenta de que mi pieza encajaba con el agua pura. Sólo espero que todo el mundo sepa a qué lugar corresponde su pieza.”
Recibí a Martín Lutero King por primera vez en España, cerca de cuatro años atrás. Por entonces, me empezaba a comunicar con la conciencia que habita en personas, animales, vegetales…que es inteligente, y que tiene mucho para decir. Muchos seres vinieron a presentarse ante mí, entre ellos Martín Lutero Ling. Entonces, si bien tenía un profundo sueño en mi corazón, no había despertado a Rowina, la esencia que yo soy, ni a su sueño de amor y confraternidad entre todos los reinos de la Vida.
Hoy, con la perspectiva de los años pasados, viendo todo el trabajo que he realizado y que sigo realizando para materializar hermosamente el sueño más anhelado de mi corazón, os animo a todos a encontrar también vuestra ‘pieza del puzle’ en el escenario de la Vida que tenemos como seres humanos de 3D habitando en la Tierra.
Estamos en los mejores momentos a nivel energético para darle la ‘vuelta a la tortilla’ a todo el caos que vivimos como humanidad, y conseguir manifestar, entre todas las piezas que conformamos el puzle de la vida en la 3D, la Vida Bella, Buena, y Verdaderamente Fraterna que todos anhelamos en el corazón.
Nuestro querido Martín, en su mensaje, resalta la importancia de la Paz.
Hace unos días, cuando contacté con el Arco Iris, que es el símbolo del don que porto, de la Unidad en la Diversidad, esta conciencia del Arco Iris me dijo que el combustible del corazón es la Paz, y Paz es lo que está llegando ahora a la Tierra desde dimensiones superiores, porque ayer se abrió una importante puerta para que esto suceda, gracias a mi concurso y a mi compromiso con la Vida, a la que amo profundamente, así como la amaba Martín y todos aquellos soñadores que dieron tanto al conjunto humano al que pertenecían.
Después de reencontrarme con la historia de Ryan y decidirme a publicarla, para rescatar el grandioso legado humano que muchas personas nos han dejado, siguiendo los dictados de su corazón, aunque a priori el objetivo a cumplir fuera ‘imposible’ (el corazón no conoce afortunadamente esta palabra), sentí que se estaba formando una fila de seres que querían comunicarse al mundo de la 3D a través de nosotros, pues estamos plenamente en el corazón y podemos entender mejor sus vidas y su legado. Así mismo, sentí claramente que Martín Lutero King había ‘elegido’ a Igneón para dar su mensaje a través de él.
Igneón, al recibir a Martín, se ha conmovido hasta las lágrimas, yo, al leerme lo que había recibido, también. Espero que a vosotros os pase lo mismo, pero no solo para conmoveros y ya está, sino para que os sirva de impulso para daros cuenta de la pieza del puzle que sois cada uno de vosotros y de vosotras, y encajarla en su lugar.
Veamos pues, lo que nos dice este hermano, negro de piel, pero con el mismo color en el corazón que todos nosotros. Os deseo un bello día.
Igneón: Hola, Martin. Es un gusto para mí recibirte en este día. Un puñado de seres sintientes crísticos estamos recibiendo a personalidades de la vida humana que ya no están físicamente con nosotros, (aunque algunos aún si, como Ryan) pero sí en nuestros corazones, porque han dejado el inmenso legado de su corazón para enriquecer la vida humana de la 3D de la Tierra.
Tú, con tu activismo por los derechos humanos de los afroamericanos, has sido un puntal, junto a una deliciosa dama, la señora Rosa Parks. Ambos dieron una lección al mundo, muy próxima en el tiempo, a la que dio el indio Gandhi (Martín Lutero King bebió de la revolución pacífica de Ghandi para hacer su tarea).
Cuéntanos, querido Martin, cómo fue tu vida desde el punto de vista del sentir, del corazón, aquel que te movió tan profundamente a generar cambios de conciencia en un pueblo dominado por el racismo, la segregación de color y religiosa. Adelante.
Martin: Es para mí una oportunidad deliciosa la que me ofreces. Como sabes, mientras estuve encarnado en Tierra, fui un orador muy bueno y movilicé a todo el sur de una nación, entonces la más poderosa, para detener la segregación racial, cultural y religiosa.
Eran tiempos muy convulsos. La II Guerra acababa, con sus profundas consecuencias; en India, Gandhi daba un ejemplo de no violencia; mi país se enfrascaba en otra guerra fratricida: la de Vietnam. Pero también, de puertas adentro de mi país, las consecuencias de la guerra mundial dejaban entrever que las cosas no serían fáciles para la porción afroamericana de los estados Unidos. Ten en cuenta que proveníamos del pueblo esclavo que fue llevado a las plantaciones del sur, y hasta mis tiempos –mediados del Siglo XX- no se nos consideraba realmente libres.
A muchos podrá perecerles mentira, pero por entonces, un afroamericano no podía ir a una escuela con blancos, ni ir al cine, o a una fuente de soda (un bar) donde hubiera blancos; tampoco viajar en un autobús con ellos. Los trabajos eran pagados con miseria y nuestra vida no valía absolutamente nada.
Eran tiempos del Ku Klux Klan (KKK), una organización que promovía la supremacía de la raza blanca, la xenofobia y el racismo. Con frecuencia, sus miembros utilizaban el terrorismo, la violencia y actos intimidatorios, como la quema de cruces, para oprimir a sus víctimas.
En ese caldo de cultivo, mi corazón me llevó a hacer todo lo que hice, todo lo que dije, todo lo que finalmente movilicé para que se estableciera la declaración de los derechos civiles en Estados Unidos. ¿Sabes cómo comenzó todo? Con un acto heroico, valiente y profundamente inspirador de una dama exquisita a la que llevo en mi corazón, la señora Rosa McCailey Parks.
Ese boicot duró poco más de un año; finalmente, la Justicia falló a favor del movimiento pacifista y declaró la finalización de la segregación en el transporte público. Era nuestro primer gran logro, con repercusión global.
¡Recuerdo tan bien aquel día en que nos abrazamos y lloramos por nuestra primera gran victoria, la que nuestros corazones nos impulsaban a ganar pacíficamente! Tras ese hito, y en lo sucesivo, me encarcelarían muchas veces, recibiría golpes y amenazas terribles, entre otros, de KKK. Finalmente acabaría mis días en Memphis, ejecutado por un hermano blanco.
Pero quiero reconocer a quien fue el motor de mi corazón. Tuve la oportunidad de viajar a India, viaje que trasformó mi vida. Allí pude respirar y sentir el satyagraha y desarrollar más claramente mi comprensión del principio de persuasión no violenta de Gandhi. A mi regreso a casa, determiné utilizar ese modo pacifista, como principal instrumento de protesta social.
(Satyagraha (podría pronunciarse como satiagraja) es un neologismo inventado por Mohandas Gandhi, en 1906, para representar un sistema de lucha, resistencia y desobediencia realizadas de manera sistemática (combinación de tácticas y estrategias) con objetivos ético-políticos y con una dimensión espiritual.
Gandhi desarrolló satyagraha en sus campañas para lograr la independencia de India. La teoría satiagraja influenció al líder negro estadounidense Martin Luther King (1929-1968) durante sus campañas al liderar el Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos) ,
Igneón: Pero, Martin; tu movimiento pacífico por los derechos también tuvo fuertes contras del propio pueblo afroamericano, particularmente de la facción musulmana. ¿Cómo resolviste ese asunto?
Martin: Debo decirte que era un hombre apasionado con mi sentir y con mis ideales de libertad. Viví toda mi infancia y adolescencia con el miedo y el desprecio al blanco. Todo mi pueblo lo vivía así. Cuando crecí, y ya en mi función de ministro baptista, entré en contacto con la verdadera situación. Nosotros mismos estábamos divididos por nuestras creencias, las cristianas –legadas por la nación americana- y las musulmanas –oriundas de África. A eso había que agregarle el temor a perder el precario empleo y a que se aprovecharan los blancos -con su poderío- sobre los afroamericanos.
A lo que quiero llegar es a que me entristecí muchísimo muchas veces; me entristecían esas divisiones internas hacia nosotros mismos como descendientes de color, y entre nosotros mismos como integrantes de una nación multirracial. Las minorías, en cualquier parte, siempre han sido objeto de rechazo, de mofa y de segregación de algún tipo.
Sin embargo, me levantaba más animado en mi corazón cuando los ojos de un niño de color me miraban en brazos de su madre o de la mano de un hermano mayor. Los abuelos con su ensortijado pelo blanco, con los ojos cansados del dolor vivido toda una vida. Todo eso me movilizó. Me movilizó a seguir hasta conseguir la declaración de derechos civiles, nuestra mayor conquista como nación, luego de la declaración de la Independencia y de la abolición de la esclavitud (conseguida gracias a otro gran soñador: Abraham Lincoln).
Poco antes de morir, recuerdo que la marcha de los pobres a Washington, que encabecé con todo mi corazón, me ayudó a madurar en mí aquellas palabras que fueron inspiradas por lo divino, me refiero a “I have a dream” –tengo un sueño- que aún hoy me emocionan profundamente. Fueron el canto de mi henchido corazón, que sintió la verdad de cada una de mis palabras y mi sentir, de que eso es posible de conseguir.
Yo invito a cada lector de esta charla a que sueñe conmigo un sueño similar al mío, un sueño que sé que es compartido en cada corazón humano, incluso hasta en el más cerrado. Es el sueño de una nación planetaria única, una nación estelar. Una nación que se presenta en un solo bloque, el que moviliza el corazón, el que le da sentido a la vida que se vive, y que nos permite, a todas y a todos, expresarnos genuinamente, enriqueciéndonos individual y grupalmente. He aquí mi sueño de entonces, que es el mismo, que siento y percibo en la humanidad actual. No lo dejen morir y hagan todo lo que esté de su parte para que se haga realidad. Recuerden que en la paz está la esperanza y la esperanza está en la paz.
TENGO UN SUEÑO, de Martin Luther King
Tengo un sueño,
un solo sueño,
seguir soñando.
Soñar con la libertad
soñar con la justicia
soñar con la igualdad
y ojalá ya no tuviera
necesidad de soñarlas.
Soñar a mis hijos
grandes sanos felices
volando con sus alas
sin olvidar nunca el nido.
Soñar con el amor
con amar y ser amado
dando todo sin medirlo
recibiendo todo sin pedirlo.
Soñar con la paz
en el mundo, en mi país,
en mí mismo, y quien sabe cuál es más difícil de alcanzar.
Soñar que mis cabellos, que ralean y se blanquean, no impiden que mi mente y mi corazón sigan jóvenes y se animen a la aventura, sigan niños, y conserven la capacidad de jugar y de soñar.
Igneón: Martin, ni bien te sentía decir las últimas frases, sentí tu apasionamiento y la profundidad de tu convicción, de tu saber que eso es así de posible. No pude contenerme y lloro de alegría, porque he sentido, muchas veces, lo mismo que tú. Ahora, gracias a ti, vuelvo a sentirlo y me renuevo en mi propia esperanza y en mi propia capacidad de conseguirlo. ¡Gracias, Hermano!
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Rowina: Querido Igneón, ¡Cuánto te entiendo! Al igual que te entenderá Martín y muchos otros grandes soñadores que vieron materializado su sueño de libertad y confraternidad, a pesar de muchas veces haberse sentido tristes e impotentes por semejante tarea ‘imposible’ de realizar. El corazón conoce caminos que la mente no conoce y, afortunadamente, la palabra ‘imposible’ no está dentro de su vocabulario, porque él bebe directamente de la Fuente de Amor de donde todos salimos, y esa Fuente de Amor guarda toda la fuerza que nos impele a concretizar nuestros anhelos más queridos.
¡Cuántas veces no nos hemos sentido igualmente tristes e impotentes tú y yo a lo largo de todo nuestro camino personal anterior a conocernos y luego, una vez juntos! Somos ambos dos defensores del amor. Nuestro estandarte es el amor femenino crístico del corazón, porque es el único inclusivo que tiene en cuenta a TODOS los involucrados.
De un tiempo a esta parte, nos hemos vuelto más silenciosos, haciendo una revolución más intimista, no por eso menos eficaz, trabajamos desde la conciencia, ‘deshaciendo entuertos’ que son las causas principales de todos los desórdenes que vivimos en la humanidad. Es por eso que ahora ambos abrazamos a nuestra esencia femenina crística, la que nos dio la vida y la que nos inspira para seguir avanzando hasta ver concluida nuestra meta: ayudar a la Tierra a ascender a su nuevo nivel de vida, donde el corazón es el centro de la existencia.
Gracias, Familia Arco Iris, por acompañarnos de corazón y no solo de corazón, sino también con el compromiso de encajar vuestra propia pieza del puzle en este propósito, que como ha dicho Martín Lutero King, es el propósito de todos los corazones, hasta el del más cerrado: conseguir manifestar ‘el sueño de una nación planetaria única, una nación estelar. Una nación que se presenta en un solo bloque, el que moviliza el corazón, el que le da sentido a la vida que se vive, y que nos permite, a todas y a todos, expresarnos genuinamente, enriqueciéndonos individual y grupalmente’.
¡Qué así sea para la gloria de la Vida en la Tierra de 3D!
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MARTIN LUTHER KING Y ROSA PARKS: La mamá y el papá de los derechos civiles.
En un autobús que circulaba por las calles de Montgomery, Alabama, una pasajera negra, Rosa Parks, se negó a ceder su asiento a un pasajero blanco. El chofer llamó a la policía. Llegaron los agentes. Dijeron: La ley es la ley, y arrestaron a Rosa por perturbar el orden.
Entonces un pastor desconocido, Martin Luther King, lanzó, desde su iglesia, un boicot contra los autobuses. Lo propuso así:
La Cobardía pregunta:
--¿Es seguro?
La Conveniencia pregunta:
--¿Es oportuno?
Y la Vanidad pregunta:
¿Es popular?
Pero la Conciencia pregunta:
--¿Es justo?
Y también él marchó preso. El boicot duró más de un año y desencadenó un oleaje incontenible, de costa a costa, contra la discriminación racial.
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Os dedicó a toda la Familia, y en especial a estos dos valientes de corazón, una canción que dice que nadie sabe lo que puede hacer nuestra propia aportación en el conjunto de la vida, hasta donde puede expandirse nuestra acción, hasta que no nos atrevemos a hacerla, así que ‘aprovecha tu día y tira tu piedra al mar, porque puede mover todo un océano, un simple acto de bondad, puede mover al océano más grande, si mostramos un poco de amor, solo el cielo sabe lo que podríamos cambiar, así que tira tu piedra al agua y haz tu propia ola (Make a wave)’.
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